martes, 29 de diciembre de 2015

Mes 4: Básicamente, Navidad

¡Felices fiestas! Estoy de vacaciones de invierno (siempre que escribo justo estoy de vacaciones) hasta el 7 de enero y hoy se cumplen 4 meses desde que estoy en Austria. Qué he hecho en este mes de diciembre? Bueno, básicamente el mes entero fue dedicado a la Navidad. En Austria tienen mucho más espíritu navideño que nosotros y ya desde el primer día de diciembre aparecen los mercados navideños o Weihnachtsmärkte por todos lados. Un mercado navideño es un mercado (duh) cuyo tamaño depende de la ciudad en donde esté y que tiene puestos dedicados a la venta de cosas relacionadas con la Navidad, como por ejemplo chirimbolos, velas, artesanías en general, y también comidas, bebidas y ropa de invierno. 

Durante este mes visité tres Weihnachtsmärkte diferentes: el de Feldkrich (la ciudad donde voy al liceo), el de Innsbruck y el de Lindau, este último en Alemania. El de Feldkirch es el más pequeño de los tres y fui unas tres veces durante pausas de mediodía o después del liceo. Al de Lindau fui por primera vez con con Annika y la segunda vez con algunos estudiantes de intercambio. Este mercado es más grande y en él compré churros, chocolate caliente, frutas bañadas en chocolate (todo muy sano) y probé Glühwein y Kinderpunsch, dos bebidas calientes tradicionales que no me gustaron mucho. La primera es vino caliente con especias y la segunda es tipo una mezcla de jugos de fruta que en conjunto tienen un sabor DEMASIADO dulce. Lo bueno es que de recuerdo me llevé una taza azul en forma de bota con un diseño muy navideñoso. 

El tercer mercado al que fui fue al de Innsbruck por un encuentro YFU un viernes. Entre algunos estudiantes de intercambio hicimos un "amigo invisible" y a mí me tocó regalarle a una chica danesa, pero me olvidé de llevar el regalo así que aún está en mi casa. Yo por mi parte recibí Mozart Kugeln de un pibe finlandés. El mercado de Innsbruck es enorme y muy lindo. Además de comer y comprar un regalo de Navidad para mi madre, convencí a las otras estudiantes que estaban conmigo de subirnos a una calesita, porque sí. Ni siquiera me acuerdo la última vez que me subí a una calesita así que fue muy divertido. Recomiendo las calesitas para todo el mundo. Calesitas für alles!!

Weihnachtsmarkt de Innsbruck. Se ve la calesita. Cortesía de Google.


En casa se hizo un Adventskalender o Calendario de Adviento, en el que se come un chocolate al día durante los 24 primeros días de diciembre. Hasta ahora esta es mi tradición austríaca favorita por lejos.

Adventskalender
En el último día de clases pre-vacaciones, que fue el 23 de diciembre, no tuvimos clase después del mediodía y en la última hora fuimos a una Iglesia cerca y asistimos a la misa de Navidad. La asistencia era opcional y aunque no soy católico, la idea de una misa navideña y en alemán sonaba interesante (cualquier oportunidad para aprender más sobre Austria me sirve) y la verdad no me arrepiento de nada: la misa fue bastante corta en comparación a las que estoy acostumbrado en mi liceo en Uruguay, la arquitectura de la iglesia era muy linda (la iglesia era medieval) y hasta hubo un coro en vivo con órgano y todo. 

El 24 de diciembre compramos el árbol de navidad (uno de verdad y no de plástico) y lo armamos esa misma tarde. A mi parecer, quedó genial. Hace pila que no armaba un árbol de navidad porque en Urugay no paso las fiestas en casa así que mi madre y yo dejamos de armar árbol.
A eso de las ocho de la noche llegó una pareja que es amiga de mi familia, así que nos pusimos a cantar villancicos. Sí, leyeron bien: villancicos. Acá es más común (aparentemente) cantar canciones como Noche de paz, Feliz Navidad o El tamborilero todos juntos y con una guitarra. O al menos eso fue lo que hizo mi familia. Fue muy diferente a cualquier cosa que haya hecho en Navidad, pero me gustó mucho. Fuera de eso no hubieron muchas cosas raras, porque después comimos. Comimos mucho. Había carne de vaca, pollo y pavo, cuatro (!) tipos de queso, camarón, cebolla, papas, y más. La verdad que tiraron la casa por la ventana para las fiestas, yo ni siquiera pude comerme las galletas navideñas de postre (bueno, comí algunas) de tan lleno que estaba. 

Armando el árbol

Ya hecho

Mesa pre-comida

Luego de la comida abrimos los regalos. A mí me regalaron un buzo azul tipo canguro con la cara del monstruo comegalletas de Plaza Sésamo y mucho mucho chocolate. También jugamos al UNO, el juego de cartas, llamé a Uruguay y hablé un rato con mi mamá y después nos fuimos a dormir.

A diferencia de muchos otros estudiantes de intercambio, no encontré la Navidad como una noche difícil o en la que haya extrañado mi casa. Nos dijeron muchas veces que las fiestas iban a ser difíciles porque son tiempos que se pasan (por lo general) en familia y al estar tan lejos de casa tendríamos nostalgia, pero yo la verdad que no la tuve. Creo que fue porque no tengo mucho espíritu navideño y Navidad es básicamente un día más donde como mucho y veo a mi familia. Además, el hecho de estar pasando una Navidad tan distinta me hizo olvidar que la podría estar pasando en casa y lo que me estaba perdiendo.  

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El 25 fuimos a la casa de mi abuela anfitriona (la madre de mi madre) para merendar y cenar. También fue una de mis tías con su marido y sus cuatro hijos, todos más grandes que yo aunque entre 18 y 26 años, o sea no tan viejos. Estaba muy nervioso de ir porque ya sabía que iba a ir pila de gente que no conocía hasta el momento, pero la tarde-noche resultó estando mucho mejor de lo esperado, hablé con todos en alemán e incluso un poco en español con una de mis primas anfitrionas porque ella viviendo en España por un semestre. Aparte de comer, cantamos canciones de Navidad (yo sólo conocía la de Feliz Navidad) y jugamos al Ludo y a las cartas. Como estaban jugando a un juego parecido al "Chancho va" llamado Esel (burro) les enseñé a jugar al Chancho, y les encantó. 

Así que, esa fue mi Navidad austríaca. Una Navidad en invierno (aunque sin nieve), con más música y menos fuegos artificiales. Diferente, pero me encantó de principio a fin y lo que es más importante, me permitió ver la cultura de Austria desde mucho más cerca. De repente en el día a día uno ya está viviendo en otra cultura, pero es durante las celebraciones como Navidad donde uno llega a ver realmente la cultura del país en el que se está, manifestada mucho más claramente. Las canciones, las comidas, el espíritu en general, no sé, creo que podría escribir un libro sobre la Navidad acá.

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Fuera del tema Navidad, el liceo anda bien. Me saqué un 5 en mi escrito de historia (la peor nota) peeero me saqué un 4 en un escrito de geografía (no fui el peor de la clase, lo cual me hizo feliz). En alemán me está yendo más o menos bien. Siento que mis conversaciones están mejorando pero sigo teniendo problemas a la hora de escribir. Tengo una presentación en geografía el primer día de clases después de las vacaciones y se la mandé a Sara (mi amiga austro-uruguaya) para que la corrija. 
Por último, fue el día de la foto y nos sacaron fotos individuales y en grupo. 

                                 
Ya me llamaron de Colgate 
                                                         



También fui a hacer senderismo con Annika y mi mamá anfitriona. Llegamos a 1337 metros y la vista fue simplemente mágica. 


Silla de ski actualmente inutilizada



*Se escucha a Heidi en la distancia*

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Me despido desde mi cuarto y ya esperando al año nuevo. Feliz comienzo de año 2016 a todos y hasta la próxima entrada.

Emiliano