domingo, 15 de mayo de 2016

Meses 7, 8 y 9... ¿¡Cómo que 40 días!?

Hola de nuevo. 

Como pueden ver en el título de esta entrada, hoy son nueve meses desde que me vine a Austria y faltan solo 40 días para que vuelva a Uruguay.. todavía no entiendo cuando pasó el tiempo. Después de tres meses sin publicar nada estoy de vuelta con una entrada que pretende resumir lo que fueron más o menos marzo, abril y mayo.

¿El motivo de mi ausencia? Bueno, a finales de marzo no tuve ganas de actualizar (la rebeldía me consume) y durante abril sufrí una espantosa pérdida: mi laptop murió. Sí, así como lo leen. Mi querida Acer pasó a mejor vida luego de más de dos años a mi lado (viaje transatlántico incluido), lo que me dejó con un gran dolor emocional (? y sin computadora por todo el mes de abril, hasta hace un par de semanas cuando la nueva llegó. Lo único malo así tipo malo maloso sobre el deceso de la laptop es que tenía todas mis fotos ahí, por lo que perdí toda la primer mitad de mi intercambio en valor fotográfico. Algunas fotos, por ejemplo las que subí a Facebook, están salvadas, pero las más personales, por desgracia, no. Así que ya saben niños y niñas: siempre tengan un respaldo para sus archivos.   

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Pero para no desviarnos del tema, comencemos por el principio, o sea, marzo. ¿Qué hice en marzo?

Durante marzo no hice mucha cosa fuera de lo normal, excepto por un viaje que hicimos con mi familia anfitriona a Holanda durante las vacaciones de Pascua. Mi padre acá es holandés así que ellos viajan para allá relativamente seguido.
Nos quedamos en una casa parte de una especie de complejo de vacaciones en algún lado y con nosotros también se quedó mi abuela anfitriona holandesa, quien sólo habla holandés, por lo que en realidad no me pude comunicar con ella, sino apenas gracias a los otros miembros de mi familia que hablan tanto holandés como alemán y a las similitudes entre ambos idiomas que me permitieron rescatar algunas cosas de las conversaciones que oía.

Además, tuve la oportunidad de conocer a toda mi "familia paterna": tíos, primos, primos segundos y otros llenaron la casa un domingo de tarde, lo que fueron cerca de quince personas. Obviamente, ellos hablaban también holandés, pero los más jóvenes manejaban un buen inglés así que pude al menos comunicarme.





En los cinco días que estuvimos ahí visitamos las ciudades de Bolduque, Utrecht, Ámsterdam y el parque de atracciones Efteling. Las ciudades son bastante parecidas entre sí, desde mi punto de vista, principalmente debido a que todas tienen canales que las atraviesan y la arquitectura de los edificios es similar. En Ámsterdam fui a un museo de queso, a la Casa de Ana Frank y al barrio rojo (éstos dos últimos están sorpresivamente cerca el uno del otro), pero por desgracia estuvimos una tarde nada más, lo que me da una razón para volver a ir ;)


Casi lloré al ver esto






De todas formas, lo mejor de lo mejor fue el Efteling. El Efteling es un parque de diversiones que existe desde los años cincuenta y que es enorme. Es un parque temático ambientado en cuentos de hadas. No miento cuando digo que entrar a ese parque es como entrar a otro mundo. Al ser tan grande, pasamos un día entero ahí y me subí a casi cada juego. Volví a casa con un guante menos que sigo sin saber en donde desapareció.





 





En marzo también fue Pascua. Acá es un poco diferente que en Uruguay, porque por ejemplo en lugar de huevos de chocolate se comen huevos de verdad, cocidos y pintados. Uno los puede pintar o los puede comprar ya hechos. Claro que de todas formas se comen conejos y huevos de chocolate, pero en mucha menor medida que en Uruguay. Debo decir que durante Pascuas sentí un poco de nostalgia, lo cual me hizo sentir raro porque por lo general las fiestas en donde los estudiantes de intercambio tienen problemas son Navidad y Año Nuevo, fiestas que disfruté mucho y en las cuales no extrañé Uruguay en lo más mínimo. Atribuyo esto a la falta de chocolate.

Abril llegó, y con él, el clima de mierda. Acá en Vorarlberg (ignoro si en el resto de Austria también) tienen un dicho que dice así: "Im April, macht das Wetter was es will", o sea "en abril, el clima hace lo que se le canta el orto".
Al ser primavera, uno esperaría un clima templado, más o menos fresco y como mucho algunos días con lluvia y otros más soleados. Eso acá no existe. Por estos lares, una semana en abril puede ser perfectamente algo como: 

                   lunes - 25 grados, calor, ni una nube en el cielo
                   martes - 20 grados, los pájaron cantan a la primavera
                   miércoles - lluvia, granizpo, tormenta, huracán Katrina
                   jueves - 22 grados, florecen las margaritas por doquier
                   viernes - nieve, grados bajo cero, calles bloqueadas
                   sábado - 10 grados, frío
                   domingo - 25 grados, los niños juegan en los parques

Sigo sin entender qué fue exactamente lo que pasó con abril, y sigo amargado por el hecho de que no nevó en Navidad pero sí como dos semanas después de Pascuas. Ofendidísimo.

Pero por el otro lado, mi cumpleaños fue en abril ;D. Cumplí 18 en un día frío y con granizo (en Uruguay este día cae en otoño, y puedo jurar que este año fue el cumpleaños más frío que he tenido), pero que fue genial de todas formas gracias a mi familia anfitriona.
Me despertaron a las nueve de la mañana tirándome serpentinas en la cabeza y cantando. Cuando salí de mi cuarto me encuentro con la mesa del comedor llena de regalos y preparada para desayunar, además de a mi hermano anfitrión filmándome con una cámara. Desayunamos, comí Sachertorte (para más información acerca de mi relación con Sachi, leer Mes 1) y abrí mis regalos. Entre las cosas que recibí estaban un short de baño, un libro lleno de mitos y leyendas de Vorarlberg, una campera, medias de lana tejidas a mano por mi hermana, lentes de sol y un par de cosas más.

Ese mismo día tuve una presentación con mi grupo de teatro en una florería cerca de mi pueblo, en la que presentamos algunas de las canciones que van a formar parte del musical que estamos haciendo, previsto a estrenarse el 2 de julio. A pesar del clima, tuvimos un público bastante numeroso, por suerte.


Que porte, que elegancia, que arte (estoy en el fondo pero juro que salgo bien)


Por último, me queda este último mes, mayo.

Si bien mi cumpleaños fue en abril, decidí celebrarlo aparte con mis amigos en mayo, cuando el tiempo estuvo mejor. Un viernes vinieron a casa unos seis amigos y se quedaron hasta el sábado. Comimos torta, hicimos juegos, hicimos una guerra con bombas de agua, vimos una película, cenamos panchos a la parrilla (un asado versión Vorarlberg) y dormimos en carpas. A la mañana siguiente desayunamos todos juntos y después se fueron. Fue la primera vez que celebré realmente mi cumpleaños y la pasé muy bien. Si bien nunca me llamó la atención festejarlo porque soy malo para la planificación y me da pereza hacer una fiesta (así que por lo general simplemente vamos a comer a algún lado), no podía no hacer nada por mis 18 años, además del componente de que estoy en otro país, por lo que me alegro de haber hecho algo diferente. 

Entre los regalos que recibí de mis amigos quiero destacar un libro de cocina con recetas típicas de Vorarlberg, o sea, queso. 




Pero no fui el único homenajeado en mayo, sino que también en este mes fue el Día de la Madre, por lo que le compré una caja de chocolates suizos a mi madre y le escribí una carta en gramaticalmente dudoso alemán.

Algo importante que pasó este mes fueron las elecciones presidenciales. Si bien en realidad fueron en abril (y el día de mi cumpleaños), no se llegó a un acuerdo, por lo que se hubo que ir a ballotage entre dos partidos y la decisión final fue hace unos días. Según me dijeron, este año el tema de las elecciones fue mucho más publicitado que en años anteriores y que en todo el mundo se supo del tema, cosa que confirmé cuando gente de Uruguay me preguntó como iba el tema. Ahora, ¿por qué este año? 

Resulta ser que uno de los candidatos a la presidencia pertenece a un partido de extrema derecha, con ideas nacionalistas y xenófobas, que recuerdan un poco bastante a las ideas de otro político austríaco de hace unas décadas atrás que usaba bigotito, y la idea de que un país como Austria, con una historia política como la de Austria, estuviera considerando elegir a un tipo así como presidente creo que sorprendió bastante a todo el mundo. Realmente nunca creí que este candidato fuera a ser elegido porque por un lado, toda la gente de mi entorno (incluyendo a mis amigos, quienes ya desde los 16 años tienen derecho a votar, aunque no obligatoriamente) decía cosas como "ah, este nazi tarado no sé que se piensa", "este tipo es un chiste" y por el otro lado porque los austríacos ya pasaron por un régimen ultra-derechista y creía que ya sabían como era y habían aprendido del pasado. El motivo detrás de que este tipo de política estuviera ganando entre la gente era el tema de los refugiados y que mucha gente tenía miedo de ellos. Muy para mi alegría, él no ganó. Muy para si sorpresa, se llevó con él el 49,7% de los votos. El Partido Verde, un partido ecologista-progresista, ganó las elecciones con un justo 50,3%. 


Los logos de los dos partidos: A la derecha, el FPÖ (Partido de la libertad) y a la izquierda el partido ecologista "Die Grünen" (Los verdes)

Pero saliendo del tema política, estuve haciendo varias cosas en el liceo, en su mayoría, escritos. Este mes no tuve muchas clases debido a la inmensa cantidad de feriados religiosos que hay acá. ¡Tuve dos fines de semana de cuatro días en dos semanas! Esa es la mejor parte de que el Estado austríaco sea católico, tienen menos clases que nosotros en Uruguay, y yo siempre creí que nosotros nunca teníamos clases. Pero, cuando pregunté a algunas personas por qué teníamos libre, absolutamente nadie me supo responder qué se celebraba en estos tres diferentes días de mayo (hice mi propia investigación y creo que uno era pentecostés).

Hice escritos de geografía, historia, psicología, biología y alemán. De esos, el único que no aprobé fue el de biología porque literalmente no estudié nada. Como era demasiada información (unas 14 hojas en alemán sobre plantas y la capa de ozono) decidí no escribir la prueba, pero la profesora me dio la hoja y me dijo algo como "intentá, vos podés", seguramente pensando que había estudiado pero me había arrepentido al último minuto. La verdad era otra y me fue para el culo.  Las otras pruebas las pasé todas, algunas apenas como psicología y otras con buena nota como en historia. 

Me gusta escribir en algunas materias los escritos con mis compañeros porque creo que así también soy más parte de la clase. En algunas materias como matemática o química no escribo nunca porque no tengo ni idea, pero si no, hago las pruebas siempre que puedo.


Acá te permiten quedarte con los escritos que hacés, 
una vez que ya están corregidos. 


La prueba de alemán no fue en alemán curricular, que como ya dije en otra entrada es como una especie de literatura, sino que fue en el curso de alemán como segunda lengua que ofrece mi liceo. Esta prueba fue en nivel B1, así que ya me puedo considerar nivel B1 en alemán ;)

Por último, me queda la orientación de fin de año de YFU. 

Fue el fin de semana pasado en el mismo fuerte medieval donde fueron los otros dos. La subida, aunque la misma, fue esta vez no tan extrema, no sé por qué. De lo que hablamos fue de como había sido nuestro año, que problemas habíamos tenido, como los habíamos solucionado, como nos sentíamos, etc. Hablamos de como armar la valija para volver a casa y de como nos podemos despedir de nuestros amigos, familia y en general vida acá en Austria. El sábado de noche fue nuestra última noche juntos, así que nos dividimos en grupos e hicimos presentaciones a los demás. Por ejemplo, un grupo de chicas hizo una versión de la canción YMCA pero diciendo YFU love. Yo estuve en dos grupos, porque soy una estrella y el mundo merece ver mi talento en más de una ocasión. En un grupo con Sam, Henrik, Karolin y otros, hicimos un sketch sobre estereotipos culturales (la japonesa, el latino, el noreuropeo, etc) y en otro grupo con todos los latinos hicimos un baile que salió medio mal pero lo salvamos con nuestro carisma (?

Destaco de entre los voluntarios a Nadine, una vienesa que hizo una pasantía en Uruguay y que es genial por el hecho de haber estado allá (además de poseer un récord Guinness por haber mirado televisión sin parar por cuatro días), aunque le guste el mate. 

Fue el mejor seminario y me divertí mucho, aunque también fue un poco triste el saber que esa sería la última vez que tendría a todos mis amigos de intercambio juntos en un mismo lugar, y que ahora estaríamos a océanos de distancia. Por cosas como estas es que sostengo que cuando uno hace un intercambio, uno se compromete a vivir con relaciones a distancia: durante el año esa relación es con la gente del país de origen de uno, pero una vez terminado el intercambio hay montones y montones de personas que uno conoce y luego vuelven a cualquier lugar en el mundo muy muy lejos, y depende de uno mismo el guardar contacto o no. Por suerte para mí, mis amigos "internacionales" más cercanos viven todos en Vorarlberg (y con la mayoría vamos juntos al liceo), así que nos queda un poco más de tiempo juntos. 




Así que, eso fue un resumido resumen de mis últimos tres meses en este rincón del mundo. Delante de mí tengo junio, el último mes que voy a pasar entero en este país al que aprendí a llamar mi casa. 


Bis bald, Emiliano