Innsbruck (cortesía de Google imágenes) |
Pero antes de que me olvide, mi familia anfitriona: Mi familia anfitriona está compuesta por Ben (quien es holandés) y Eva, mis padres anfitriones y por Jens y Annika, mis hermanos. Ambos hermanos son mayores que yo (18 y 20 respectivamente), y todos los miembros de la familia son más altos que yo. Soy algo así como el duende/gnomo de jardín.
Annika no vive en la casa con su familia sino que vive en Krems, una ciudad cerca de Viena, pues está estudiando en la universidad allá. Durante este año, tengo su cuarto.
Le debo bastante, porque ella fue la que tuvo la idea de que me quedara con su familia. La historia de como pasó esto es algo graciosa: Un voluntario de YFU Uruguay la conocía y, como era de Austria, él pensó que ella tal vez podría contarme algunas cosas del país antes de que me fuera. Le hablé, hicimos Skype y se ve que le caí bien, porque unos días después me dijo que había encontrado una familia para mí... ¡la suya! fue muy genial.
Yo en modo Colgate |
Para llegar hasta Tirol hay que pasar por Arlberg, un macizo montañoso parte de los Alpes que separa Vorarlberg (que significa justamente antes/delante de Arlberg) del resto de Austria. Esto significa un montón de curvas y una ruta un tanto peligrosa que pasa tanto por adentro como por alrededor de las montañas y en este caso con un clima lluvioso como agregado. Por suerte Ben, mi padre anfitrión es un buen conductor así que no tuvimos ningún problema. Pero aviso que sólo conductores experimentados deberían manejar por esa ruta. El viaje fue largo, principalmente porque estaba sentado entre mi madre y hermana anfitriona. Con cada curva terminaba aplastando a alguna de las dos.
Llegamos temprano, y debido a que seguía lloviznando, nos apuramos a llegar al edificio donde tendría lugar la reunión llamado "Centro de padres y niños" o algo así. Una vez adentro nos sacamos el calzado y fuimos recibidos por unas voluntarias. También estaba otra estudiante de intercambio que está viviendo en Innsbruck y es de Hungría. Luego fueron llegando más estudiantes con sus familias: una chica de República Checa, una de Dinamarca y otra de Moldavia. Sí, era el único varón estudiante.
Durante la charla comimos (yo comí como 4 rozos de un brownie que hicimos con Annika porque la dieta es para los débiles) y una voluntaria nos preguntó cosas como que tan seguido estamos comunicándonos con nuestros amigos y familiares, como eran nuestros liceos en nuestros países de origen y que hacíamos en nuestro tiempo libre, así como que cosas nuevas o hobbies pensábamos practicar en Austria y nos animó a expresar cualquier duda que tuviéramos. Estuvo bueno seguir conociendo más estudiantes de intercambio además de los que había visto en Viena. Nadie te entiende mejor que alguien que está en tu misma situación, y en esta ocasión intercambiamos números y facebooks para poder mantener el contacto, aunque nos vamos a volver a ver en Octubre, en la orientación de arribo.
Los estudiantes y sus familias |
Luego del evento fuimos con mi familia a recorrer la ciudad. Me recordó a Viena, principalmente por su parte céntrica, aunque más tranquila y con más montañas.
Si dije que los edificios en Viena eran viejos no se que decir de Innsbruck. Casi todo es de la Edad Media, a diferencia de Viena en donde hay construcciones tanto medievales, como renacentistas y contemporáneas. La gran cantidad de edificios medievales se debe, según me dijo Ben, a que Innsbruck, fundada en el siglo XII, fue la más importante ciudad austríaca durante la Edad Media, por lo que hasta el día de hoy se conservan grandes e importantes construcciones de esa época en gran cantidad, mientras que Viena cobró relevancia tiempo después, y por eso si bien hay cosas medievales, en su mayoría los edificios de la ciudad pertenecen a la época Renacentista.
Un edificio del siglo XVI (1577) |
Después de pasear un rato por Innsbruck, en donde mi hermana y padre anfitrión se compraron unos sobreros y mi hermano me regaló una especie de pulsera de cuero, fuimos a un restaurante italiano para cenar. Después de haber comido tanto en la reunión no me creí capaz de poder probar nada. Pero de todas formas me comí una pizza... entera.... yo solo.
Annika, con su nuevo sombrero |
El viaje de regreso fue ya caída la noche, y estuvimos ya en casa a eso de las 22:00. Fue un día bastante largo y, después de hacer Skype por un rato con mi mamá, me fui a dormir.
Y así concluye mi primer sábado entero en Austria (digo entero porque el primero- primero fue cuando llegué).
Tschüss!!