domingo, 18 de diciembre de 2016

La vida de nuevo en casa

Sí, nunca más escribí, lo sé. No, no me suicidé en un arranque de depresión post-intercambio. Ni siquiera tengo algo convincente que decir en mi defensa, lo fui postergando y postergando hasta que al final llegamos a diciembre (5 meses desde mi llegada) y recién ahora me aparezco por estos lares.

Pero bueno, lo que me gustaría hacer hoy aquí es hacer un rápido resumen de lo que ha sido mi vida en estos meses: el regreso al liceo, a la rutina, a la vida uruguaya en general. Había pensado en dejar el blog así, en modo hiatus, pero me quedaba el sabor feo en la boca, así que vamos.

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La readaptación no fue fácil los primeros días. Lo único que quería era volver a Austria y quedarme allá, porque acá todo me molestaba: la basura en la calle, el clima feo (llegué en invierno), los otros humanos, todo me hacía enojar. Para serles honesto, estaba un poco histérico.
Por suerte, una semana después de haber llegado a Uruguay, ya me había calmado bastante. Aún tenía ciertos reflejos, como el impulso de saludar a la gente que me cruzaba por la calle, pero con el tiempo eso se fue yendo también. 

El primero de agosto tuve que volver al liceo a terminar sexto. Esta vez lo haría con una clase nueva, pues mis amigos/compañeros de clase de toda la vida ya estaban en la facultad. De todas formas, no es que me metí en un salón lleno de gente nueva. Mi liceo es muy chico y, además de que la generación era una clase de trece alumnos incluyéndome, a la mayoría los conocía desde hacía años. Logré adaptarme bien a la clase y teminé el liceo a mediados de noviembre. Volver a estudiar después de un año sin preocuparme por mis notas, tomar apuntes o prestar atención en clase fue complicado, especialmente cuando llegaron los parciales de fin de año. Pero la idea de que eran los últimos parciales liceales de la vida me sirvieron de incentivo.


Yo con mis padres en mi ceremonia de graduación

Tuve una orientación con YFU a principios de setiembre, pensada para que reflexionáramos sobre nuestros intercambios y ver cómo habíamos cambiado en este año afuera. Estuvo bueno encontrarse con los otros uruguayos que se fueron de intercambio y ver como todos estábamos un poco diferentes pero seguíamos siendo los mismos. Además ese fin de semana nos ofrecieron hacernos voluntarios en YFU Uruguay, cosa que hice. Desde entonces los he ayudado una vez participando en la Expo Educa de Montevideo, que me encantó porque yo mismo conocí YFU en una Expo Educa. 

Ahora es verano, y mis planes a futuro son estudiar traductorado público o antropología. Sólo el destino dirá. (actualización: al final estoy haciendo traductorado)

Nos vemos, 


Emiliano

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